De nuestro folclórico
“chipá so'o” dijo un distinguido nutricionista extranjero, que era la
“síntesis” más inteligente' que había encontrado, analizando el valor proteínico,
vitamínico, calórico de nuestro típico alimento, en el curso de una investigación
sobre la alimentación en Latinoamérica. Incluso,
publicó la receta del "
chipá so'ó” en un folleto educativo que tuvo mucha difusión
en Centroamérica. Se refería desde luego
al “chipá so'ó" legítimo, aquel que lleva todos los componentes requeridos,
el maíz, la carne, el huevo, la grasa de cerdo y tal ves el agregado de algunas
especies para darle aun mejor sabor. Bien preparado así, aparte de los valores
que le atribuye el nutricionista, el “chipá
so'ó " es un alimento delicioso, y aunque el citado
investigador calificó a cada "
chipá so'ó " de una comida completa en si misma”,
nosotros preferimos verlo en su condición de “tenten pie” de la media mañana, o en términos más
autóctonos, el ideal “tereré rupá”, infaltable en la rutina de las horas AM. Sin embargo, a pesar de este interesante
“curriculum” el "chipá so'o'.” va desapareciendo lentamente, y cuando aparece
traído por una presurosa vendedora con canasta en la cabeza, la calidad , la
cocción, y los componentes, dejan mucho que desear. Es una lástima, porque justamente en el “chipá
so'ó”, en su sabor y en su utilidad también están imbuidos esos “valores
folclóricos” que debemos defender, y que no sólo se refieren a la música; sino
a las sanas costumbres que nos vienen del pasado, y que debemos preservar. Lo
lastimoso en todo este asunto es que mientras el “chipá so'ó” va siendo abolido
por las nuevas costumbres, un híbrido y desabrido alimento importado se pone de
moda y arrasa con nuestras costumbres alimentarias: la famosa “hamburguesa-”, a
la que justamente en su país de origen ,
Estados Unidos, el publico llama “comida-basura”, primero porque es el único alimento
al que tienen acceso los pobres y los desocupados, y segundo, porque su componente
principal, la carne molida, no está sino considerada como la utilización de innombrables
desperdicios del laboreo industrial de la carne. Aun así, como señal de estos
tiempos de imitación y de consumismo, el noble “chipá so'o” se bate en retirada
mientras la comida-basura, se aposenta en las mesas de las familias mas acomodadas
y pudientes.
Mario Halley Mora - MHM
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