Cuando iba rio arriba, divisé desde
el barco el ranchito que se alzaba en la costa. Una mujer lavaba ropa, dos
chiquillos jugaban en la playita, y el hombre pescaba ia comida del día. Tiempo
después, regresando rio abajo, vi que las aguas habían crecido y del ranchito
apenas se veía el techo pajizo. Los cuatro se habían marchado a empezar de
nuevo. Y entonces pensé que el rio es como la vida: nos alimenta de a poco, y
nos come de golpe.
Mario Halley Mora – MHM
No hay comentarios:
Publicar un comentario