El hombre maduro, de modesta vestimenta,
con los hombros caídos más por el peso de la
pobreza que la edad se detiene frente a un kiosco y examina una tira de
billetes de lotería. Descubre uno de su
agrado, extrae la flaca billetera llena de ruinosos documentos y con
escuálidos billetes y lo compra. Luego se aleja, pero ya erguido. Claro, ha
dejado de ser pobre y se ha convertido en CANDIDATO a rico
Mario Halley Mora - MHM
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