La ficción suele adquirir muchas veces una fuerza
persuasiva capaz de inducirle realidad. En Londres puede visitarse en una casa
de Baker Street el museo de Sherlock Holmes con la figura de cera increíblemente
dotada de una sensación de vida, del genial detective creado por la imaginación
de Sir Arthur Conan Doyle y la de su amigo el doctor Watson. El museo está en
la planta alta de una típica taberna londinense y es muy visitado. Mirando a
través de los cristales pareciera estarse frente al momento inminente de oír
decir a Holmes aquella frase peculiar:
"Elemental... Watson". elemental".
Existe pues una simbiosis de lo ficticio y lo real al
desaparecer los límites entre ambos conceptos. El autor suele identificarse muy
estrechamente con su propio personaje. Le ocurrió a Conan Doyle cuando después
de hacer caer a su incomparable pesquisante en un abismo de Suiza, en mortal
abrazo con su temible enemigo Moriarty, no pudo resistir la nostalgia de su creación
y escribió la forma en que Holmes se salvo. Es patente en los últimos tiempos
el caso del Agente 007 y su creador Ian Fleming. Este fue en su juventud agente
secreto. En mucho la vida del imaginario agente es la de su creador.
En estos días es latente en el público paraguayo el
interés por un diminuto personaje de pasta, hilos y estopa y su acompañante de
carne y hueso. Es un caso definido en biología por simbiosis o sea la complementación
o interdependencia de dos organismos. El muñeco cuya fascinación sobre la gente
menuda y la de barba y pelo en pecho es irresistible, tiene una antigua genealogía.
El hombre busca siempre imitar su propia imagen y darle movimiento, como si en
eso hallara la contrapartida al dolor y a la frustración de la vida.
Entre los muchos antepasados de Chirolita estará
seguramente el incomparable Pinocho, el títere narigudo cuyas andanzas lleno de
placer a muchas generaciones. Mas cerca vienen los "piccoli" del
italiano Vittorio Podrecca. Estos actuaron en Asunción hace muchos afros para
una feria de asombro y maravilla. Interpretaban obras de Pergolessi, Rossini,
Massenet, Respighi y otros célebres autores. Son, pues, antepasados de
Chirolita esos títeres famosos. Es grafica la definición enciclopédica del
vocablo. Transcribimos: "Títere. Figurilla de pasta u otra materia vestida
o adornada que se mueve con alguna cuerda o artificio". Pero lamentable es
el envilecimiento del vocablo títere por efectos de la guerra y la política.
Gobierno títere era una calificación despectiva dada durante la segunda guerra
mundial a los alineados con Alemania. Pero el arte ha dignificado el sentido de
esa palabra y la ha embellecido para darle frescura de fuente alegre de
emociones limpias.
La genealogía es profunda pues parece iniciarse en la India
en remotos tiempos. Los griegos, a su vez conocían las neuropastas o cosas
dotadas de movimientos por medio de cuerdecitas manipuladas por un operador. Aristóteles
menciona los títeres y Horacio asigna el entretenimiento entre los romanos. En
los tiempos modernos fueron Signoret, Bouchet y Holden quienes elevaron la
calidad del arte. En la Argentina la señora Mane Bernardo logro singulares
creaciones.
Chirolita
y Mister Chasman comprueban la compenetración del muñeco y del hombre, o sea la
ficción y la realidad. El personaje diminuto de pasta y estopa habla a través
del arte ventrílocuo de su creador y asociado, pero es el títere quien asume el
papel central y su humanidad desbordante desplaza a su animador. Pues la gente
ve en los títeres la copia distorsionada de sus propias debilidades cual una
caricatura móvil y parlante de la comedia humana. En Chirolita y Míster Chasman
asombra, pues, percibir la intensa comunicación entre el muñeco y el hombre.
Este había perdido a su esposa al nacer su hijita y meses después fallecía otro
miembro de su familia. De profesión linotipista, alimentaba otras aspiraciones
y buscando un escape a la soledad dio vida al camarada de pasta, estopa e
hilos. El hombre respeta a su creación y a su amigo de correrías artísticas,
pues cuando un promotor publicitario le ofreció especular sobre la sensibilidad
de la gente con un tramado secuestro del muñeco, rechazo la idea. Los diálogos
entre la pareja suelen ser íntimos y confidenciales, o alegres y ligeros, o
sensatos y lucidos. Pero como la alegría tiene siempre una dosis de tristeza,
los parlamentos de la pareja simbiótica derivan a cada rato en una connotación nostálgica
o ausente.
El hombre añora a la compañera ya ida para siempre. El muñeco
se duele de serlo y porque al enamorarse de una bonita muchacha la realidad le dice
que eso es inocuo porque, obviamente, no es sino un muñeco. Pero con alma, lo
creemos. Un alma transmutada a su organismo de estopa y cordeles por el alma de
un ser humano. El creador identificado con el mito del personaje, Conan Doyle y
Holmes. Allan Poe y sus torturados personajes. lan Fleming y el Agente 007.
Pues lo cautivante de Chirolita y Mister Chasman no está
en la perfección técnica arte ventrílocua y la casi robótica que mueve al muñeco.
Lo cautivante es la adopción hecha por el muñeco de su propio creador al cual
transfiere su emotiva sicología, escapada del mundo de lo ficticio para ser de
auténtica, humorística y dolorosa humanidad.
Gerardo
Halley Mora
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