INSTANTE
A
aquel anciano moribundo y virtuoso, Dios le concedió antes de llevárselo al
Cielo, el revivir el instante mas feliz de su vida. Entonces se volvió niño y
en la mañana olía el café del desayuno y su madre cortaba con un cuchillo una
hogaza de pan apretada contra su pecho.
Mario Halley Mora - MHM
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