Mucha
gente nos acusa de hacer propaganda al kiosco del amigo Burián, en 15 de mayo y
Antequera. Nada de eso, porque hacemos sí propaganda, a los libros que se
preocupa de poner al alcance del lector paraguayo, en los mismos momentos en
que las revistas argentinas, en sus secciones bibliográficas, nos cuentan de la
resonancia que están adquiriendo las nuevas obras aparecidas. En cierto sentido, entonces, premiamos el mérito
de un empresario Joven que tiene vocación de servicio, ayuda a generar mercado
lector que incluso beneficia a escritores, paraguayos y con esa actitud se ha
ganado el apoyo de la prensa. Hecha esta aclaración, nos referimos de paso a un
libro autoría de un periodista francés corresponsal en Moscú, titulado “La
Kleptocracia”. Su tema es la delincuencia en la URSS, y nos revela que el marxismo,
en cuanto a crear EL HOMBRE NUEVO, limpio de los pecados, los egoísmos, las
perversidades que devienen de la competencia capitalista, y llevado a las
alturas de la pureza moral, de la solidaridad, de la generosidad y el altruismo
ha fracasado completamente. Admite el autor que el puritano
"socialismo" marxista genera los mismos tipos de delincuencia que
existen en las oxigenadas sociedades capitalistas, con la diferencia de que en
los países capitalistas, la delincuencia es un fenómeno que se enfrenta al sistema,
mientras que en la URSS específicamente, la delincuencia, desde la corrupción
administrativa hasta las drogas, la prostitución y un espantable grado de
alcoholismo, prevalecen DENTRO y a veces hasta al AMPARO del sistema. Esto,
porque en las sociedades libres, la Justicia funciona para CASTIGAR la
delincuencia, mientras que en la Sociedad "socialista" de la URSS la
Justicia funciona para OCULTAR la delincuencia, porque está sujeta a la premisa
de hierro de que todo allí debe tender a demostrar que el socialismo es el
reinado de la pureza y de la inocencia. Sin embargo, por debajo de los Juicios
secretos y de los Jueces contemplativos, del silencio de la prensa, y del
constante echar tierra sobre las estadísticas del mal, el autor descubre un
tenebroso, pavoroso sub mundo de la delincuencia, muchas de cuyas manifestaciones
atribuye a la innata inclinación al mal del ser humano, y otras tantas, a
respuestas de rebeldías que da el hombre a una situación de asfixia espiritual,
de coacción contra su libertad, que son las herramientas del “socialismo” para
crear su fantasioso “Hombre Nuevo”
Mario
Halley Mora - MHM
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