viernes, 25 de julio de 2014

Microcuentos: Locuras

La loca me miró a través de las rejas y sonrió. Era joven y hermosa y soñé con hacer mía a aquella mujer después de rescatarla de la obscuridad. Volví una y otra vez, pero el médico me dijo: “Es incurable”. La miraba y me dolía su hermosura y su sonrisa de niña confiada. Mi sueño de curarla y tenerla se hizo trizas, pues ella nunca sería cuerda. Sin embargo, ahora somos felices. Yo me volví loco, estamos juntos.

Mario Halley Mora - MHM

Microcuentos: Amor y Celos

Fue el primer amor, y como siempre sucede, ella se casó con otro, y él permaneció soltero, un poco por desengaño y otro poco por comodidad. Ella tuvo una hija que era su vivo retrato. El maduro ya, conoció a la hija de su antiguo amor, y la amo como había amada a la madre, y la muchacha amo al galán maduro como no lo había amado su madre. La madre siente unos celos ardientes, pero todavía no está segura de quien.

Mario Halley Mora - MHM

Microcuentos: Sexo y H.P.

El manejaba un traqueteante 2 CV. Ella lo pasó como una centella al volante del Alfa Romeo Supersport. El no tuvo mas remedio que sentirse menos masculino, pero se consoló en lo menos femenina que era la chica al volante de aquella bestia mecánica. Y al final, dedujo filosóficamente que la igualdad de sexos, también puede ser una cuestión de H.P.

Mario Halley Mora - MHM

Microcuentos: Defensa

La viuda joven y la divorciada hermosa iban siempre juntas, pero no eran amigas, sino aliadas, como soldados de infantería que se ponen espalda contra espalda para combatir mejor.

Mario Halley Mora - MHM

Microcuentos: El Jardinero

El tenía 55 años y ella 20. Ella quiso diseñar un nuevo jardín y el esposo consintió. Se dividieron el trabajo y mientras el compraba las semillas. Ella contrato al jardinero. Las rosas florecen y resplandecen. Y ella, mas.

Mario Halley Mora - MHM

Microcuentos: Tragedia

Su esposa salió de compras con el auto y tuvo un accidente, del cual le informo telefónicamente un amigo. Al escuchar la noticia sintió un desfallecimiento de pánico, una sensación de pérdida, una predestinación de tragedia irreparable, y con voz temblorosa, le pregunto al amigo. ¿“Qué le pasó al auto“?

Mario Halley Mora - MHM

lunes, 21 de julio de 2014

Microcuentos: Tragedia

Su esposa salió de compras con el auto y tuvo un accidente, del cual le informó telefónicamente un amigo. Al escuchar la noticia sintió un desfallecimiento de pánico, una sensación de pérdida, una predestinación de tragedia irreparable, y con voz temblorosa, le preguntó al amigo. ¿“Qué le pasó al auto"?

Mario Halley Mora - MHM

Microcuentos: Mujer . . .

El amaba a su gato y ella adoraba a su canario. Un día, el gato se comió al canario y ella estuvo inconsolable. El fue a la tienda de animales y le trajo un nuevo canario, mas hermoso y mas cantador que el anterior. Ella devolvió a la tienda de animales el canario y lo cambió por un perro.
Mario Halley Mora - MHM

Microcuentos: El Hijo

Pecaron. Vino un hijo que ella quiso y él no. “Es tu problema", le dijo, y desapareció. El chico creció, y al aprender a hablar aprendió a preguntar: “¿dónde esta mi papa?". Ella le contestaba que se había ido a un largo viaje, y al decirlo. Se preguntaba a si misma, a que distancia queda el desprecio.
Mario Halley Mora - MHM

Microcuentos: Secreto

Tenía 18 años y los lucía como si fueran kilates. Vestía con elegancia y distinción, siempre lo de última moda y lo más caro, a pesar de no ser rica. Sus amigas le preguntaban su método, pero ella callaba, porque sencillamente había descubierto que para vestir bien, el secreto era desvestirse bien.
Mario Halley Mora - MHM

Microcuentos: El Circulo

Cuando tenía 6 años, fue preso, denunciado por hurtar caramelos. A lo largo de su vida, volvió a ir preso por distintas razones. Llevo serenatas sin permiso, conspiró, hizo una que otra estafa, pegó a su mujer y peleó con el vecino. También estuvo preso por “escándalo en la vía pública" y por insultar a la autoridad. La última vez que estuvo preso, era ya un anciano de 85 años, denunciado por hurtar caramelos.
Mario Halley Mora - MHM

Microcuentos: Circulo Vicioso

Ella era rica. El era pobre. Se enamoraron. El padre de ella, oligarca y plutócrata, dijo que no. La mamá de él, humilde y ambiciosa, dijo que sí. Por ambos lados, opinaron los parientes, aconsejaron los amigos, sentenciaron los viejos y tomaron banderas los jóvenes. Por dos años permanecieron firmes en su amor, y sucedieron cosas. El padre de ella perdió su fortuna y la madre de el ganó la lotería. Ellos siguen amándose, pero la madre de el dice que no, y el padre de ella que si, y los parientes opinan y los amigos aconsejan, los viejos sentencian y los jóvenes toman banderas.
Mario Halley Mora - MHM

Microcuentos: El Patito Feo

El patito feo, después de tanto sufrir, se miró en el espejo de las aguas y se vio convertido en un bello cisne. El hijo del granjero gritaba alborozado que tenían el más hermoso cisne de los contornos. Orgulloso, el ex patito feo pensó que sus problemas terminaban. Pero no era así, pues vino el granjero, lo miro ceñudo, murmuró que los cisnes no se comen, y lo echo a patadas del estanque.
Mario Halley Mora - MHM

Microcuentos: La Pandorga

La pandorga quedó preciosa. Los “palitos” de tacuara pulidos y rectos. El armazón redondo y equilibrado. Las "tajaditas cortadas" azules y rojas, perfectas y minuciosamente pegadas. Las largas “piriritas" amarillas rodeaban a la pandorga como una cabellera rumorosa de viento y rubia de sol. Y finalmente, los “barbijos“, simétricos, milimétricos, matemáticos. Era toda una pandorga, hecha para conquistar todos los cielos y las alturas más azules. Una obra de arte volandera que el padre fabricaba para la admiración del hijo. Salieron a la calle llenos de gozo para asistir al vuelo inaugural de ese nuevo astro de tacuaras y papel de seda. El padre esperó viento, que sopló, tironeó de la pandorga y el padre dio hilo permitiendo que se elevara con un rumor de alegría sedosa. Vino otra ráfaga, y la pandorga la escaló victoriosa. Sacudiendo su melena dorada. Ya se hacía pequeña en la altura, cuando de pronto sobrevino el fin del mundo. Aflojó el empuje del viento, que quedó calmo y luego sopló en ángulo distinto. La armonía se rompió, los barbijos enloquecieron, la larga cola se agitaba buscando apoyo en el viento que había dado la espalda, y de pronto, una ráfaga inesperada, impetuosa, salvaje, y la pandorga cabeza abajo que cae trazando un itinerario de meteoro que se estrella estrepitosamente, con un rasguido de palitos y seda rotos, en los hilos eléctricos. Y allí queda, irremediablemente prisionera. El niño mira al padre, pensando que aquel hacedor de estrellas no es tal genio ni tan infalible como creía.

Mario Halley Mora - MHM

Microcuentos: Policial

La hija del ladrón se enamoró del policía, y fue correspondida. Pero el policía tuvo que arrestar al ladrón. Entonces la hija fue a suplicar a su amado por la libertad de su padre, pero el policía tenía en su despacho un cartelito que decía “El Deber Ante Todo". Al final, todo resultó bien, porque como era su deber dejó preso al ladrón, y como era su deber, se casó con la hija para no dejarla desamparada.
Mario Halley Mora - MHM