lunes, 13 de marzo de 2017

CARTA A MI PEQUEÑO HIJO LAUTARO

Cuando nos toca conocer a un niño que percibe y disfruta del universo de manera diferente, emprendemos un viaje de amor, de aprendizaje, donde se agudizan también nuestros sentidos y somos mucho mas sensibles a los estímulos de nuestro alrededor.

Este niño trae regalos.

Te regala una GRAN LUPA que te permite observar los logros pequeñísimos y te deja ver la grandeza que reside dentro de cada esfuerzo.

Te regalan un RELOJ, uno que va a su tiempo, ni mas lento , ni mas rápido, el suyo, y aprendes a respetar, adecuarte y disfrutar de manera diferente el paso del precioso TIEMPO. Este RELOJ también viene con alarma, uno que vibra cuando es necesario  hacer una pausa y bajar un cambio.
Te muestran un CAMINO, que tiene subidas y bajadas, donde a veces hay que agarrarse fuerte de la mano , tomar impulso y saltar,

Para recorrer este lugar, te presta una TERMITO y te pide que lo llenes con dulce jugo de PAZ-CIENCIA. Liquido vital para poder pasar cualquier obstáculo que se nos cruce , con perseverancia, calma y en otras ocasiones nos de la energía necesaria para romper paredes con mucha fuerza si hace falta.

Sentarse, descansar y pensar también va a ser importante porque fuiste elegida para ayudarlo a escribir su LIBRO. Llenando juntos paginas blancas con risas, llantos,sensaciones, experiencias, dibujos y fotos de personas que fueron conociendo y se sumaron a esta aventura. Sendero que a veces se vuelve confuso, se nubla y no vemos claro a donde vamos y nos da mucha sed. Sed de saber, de entender, de capacitarnos, de respuestas, de ayudar.

Te trae unos ANTEOJOS especiales, son del color que mas te gusta. Hasta acostumbrarse a usarlos , marean un poquito, pero te permiten identificar habilidades especiales, fortalezas, y capacidades donde otros no las ven. 

Te ofrece una CAJITA MAGICA, donde vas a meter palabras, miradas y prejuicios que no aportan nada y absorben energía, Pero al meterlas ahí dentro, se esfuman y  desaparecen. 

Y su AMOR, incondicional ,sincero y puro AMOR, que te alimenta y sana.

Contigo mil veces, TEAmo, mi compañero Lau.

Jazmín Barrail Halley
mamá de Lautaro