sábado, 7 de mayo de 2016

Poema El anotador

EL ANOTADOR

En la penumbra del desván
Mi viejo anotador
Sexto curso
Asoma tras el viejo espejo roto

En su tapa desteñida y cuarteada
El Mustang Boss rojo   1964
Brama silencioso su corazón de fuego

El espejo refleja mi rostro
Extraño
Repartido en trozos.
Soy uno y soy tantos.

 Me mira y exclama.
¿Eres tú?
Si...?

¡Por fin ¡
Ya era hora

¿No lo vez?
Estoy presto

Por favor
Tómame en tus manos
Como antes

Sácame de esta oscuridad
Húmeda y muerta.
¡Vamos¡Vamos¡

Busquemos la brisa y el sol
De nuestra postrer primavera.

Recuerda

Yo guardo el horario
Irrepetible
De tus miedos

Yo guardo el horario
Irrepetible
De tus alegrías verdaderas

Y de tus ansias
Y tus sueños primeros
Y tus esperanzas.

Yo sufrí, apretado a tu pecho
Adioses y decepciones.

Y recogí
Diligente
Calidas
Tus lágrimas furtivas

Y cuido.
Puedes verlo,
Su nombre escrito
Con trazos suaves
Una y otra vez
 
Y guardo.
El urgente, trémulo
Poema dormido.

¿No se lo diste?

Ella no lo supo
Y se fue

¡¡Estas llorando¡¡

Pero
¿Quien eres?

¡¡tu no eres aquel¡¡
¡¡no me perteneces¡¡
¡¡no te pertenezco¡¡

Cierra la puerta y vete

Déjame volver
A la oscuridad
Húmeda y polvorienta
Del desván

Déjame recordar
Déjame soñar

A solas
Y sin tiempo
Déjame ir.
Déjame esperarlo
Se que vendrá
Déjame, déjame
Tras el espejo roto.

Hugo Halley M

2 mayo 2016

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