martes, 4 de febrero de 2014

Comentario i: La hazaña de Perlita

Se alboroto todo el barrio, porque la hazaña de Perlita, llenaba de orgullo a todo el vecindario. Y tanto los viejos como los jóvenes, las chicas, los muchachos, las sirvientas y criadas (según el decir de uno, responsables de los “equipos móviles” del radio so´o del barrio) saludaron el triunfo de Perlita. Las vecinas acudieron a felicitar y a abrazar a la mamá de Perlita, el orgullo del barrio, y otras mas entusiastas, trajeron fuentes de croquetas y de pastelitos, mientras sus maridos aportaban cerveza y gaseosas y se improvisaba una fiesta, que se alegro después cuando el papá de Perlita vino llegando a casa trayendo un conjunto de músicos que desgranaron dulces guaranias y airosas polkas en homenaje a Perlita. El Presidente de la Comisión de Fomento se apersono en casa de Perlita, e improvisando un brillante discurso, anuncio que propiciaría una iniciativa para que una de las calles, de las recién empedradas del barrio, llevara el nombre de Perlita. Los jóvenes del Centro Deportivo también se asociaron trayendo un pergamino de homenaje suscrito por todos los atletas de la entidad y entregando  solemnemente a Perlita por el capitán del equipo de futbol de salón. Los Leones enviaron a Perlita un enorme jarrón de flores, y las “domadoras”  le hicieron el obsequio de un hermoso cubrecama con coloridos motivos brasileños. La mamá de Perlita no cabía en sí de orgullo, y cada vez que le dejaban hablar, afirmaba que “desde chiquita luego ella ya mostraba condiciones . . . .”. Y por su parte, el papá, que reventaba de vanidad decía que siempre pensó que su “nenita” estaba llamada a un gran destino, porque “desde chiquita . . ..”. El teléfono de la casa de Perlita no paraba de sonar, y se la veía a Perlita contestar una y otra vez, feliz y ruborosa “gracias, gracias . . .”. Estaba atendiendo una de esas llamadas cuando aparecía su mamá a quien se le saltaba los ojos y anunciaba “viene la tele, viene la tele . . .” Efectivamente allí estaban las cámaras, las luces, los periodistas, dispuestos a hacer un reportaje a aquella muchachita capaz de singular hazaña. Su mamá le arreglaba nerviosamente el cabello y el vestido, los reflectores bañaban de luz, los locutores preguntaban, y Perlita, segura de si misma, declaraba que “me siento muy feliz y honrada de haber sido elegida reina de belleza del Club 4 Mojones . . .” etc.
Mario Halley Mora - MHM

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