Era lo que se dice, propenso a los
accidentes. Una vez que fue a pescar, se le engancho el anzuelo en la oreja. Otra vez, se le
atraganto una espina de pescado. Un accidente de moto le dejo una pierna más
corta, y en su desgraciado curriculum, figuran quemaduras por explosión de un
farol Primus, cortaduras en un choque, lesiones en un vuelco, fracturas de
cuando cayó de la calesita, heridas al caer de una escalera y contracturas de
cuando le pateo un caballo. Otros lucían medallas y condecoraciones. El lucia
sus cicatrices. Lo extraño, lo muy extraño es que murió de viejo.
Mario Halley
Mora - MHM
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