miércoles, 24 de junio de 2015

Microcuento: SERENATA

No fue culpa de nadie que don Fausto ya estuviera harto de que le entraran ladrones en su casa. Tampoco nadie es culpable de que don Fausto fuera el padre de la bella Rosita. Y mucho menos podría encontrarse culpa alguna en Ramón, que se enamoro de Rosita, y que fuera romántico, y que decidiera llevarle una serenata, y que don Fausto estuviera esperando al Ladrón con una escopeta y . . .


Mario Halley Mora - MHM  

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