viernes, 20 de septiembre de 2013

Comentario i: El arte de esperar

Un poema árabe muy antiguo del tiempo en que su literatura producía maravillas como los cuentos de las Mil y una Noches, y su arquitectura se alzaba espléndida en las deslumbrantes capitales mientras la nobleza europea vivía en sus feos castillos de piedra, se titulaba (el poema) “El Arte de Esperar”, y se cuenta que fue escrito por un poeta de la corte del Sultán, a pedido de éste, que quería recuperar su perdida paz interior. Lamentablemente, en la obra sobre cultura árabe que leímos no se incluyen los versos del poema, sino un comentario sobre el mismo. De todas maneras, algo entresacamos. Conocíamos desde ya aquel conocido dicho árabe de “siéntate a las puertas de tu tienda y veras pasar el cadáver de tu enemigo", que puede enmarcase tanto dentro del arte de vivir, como del "arte de esperar”. Pero el comentario que leímos sobre el poema de este título, el "Arte de Esperar” es revelador, cuando caemos en la cuenta de que en nuestro propio idioma español, la palabra “esperanza”, con su connotación de fe en el porvenir, deriva del verbo esperar. Algo parecido, nos explica el historiador de la cultura árabe, en su comentario sobre aquel poema, y cuando reproduce una línea del mismo que dice que “la sabiduría de la espera te hace amo del tiempo” parece querer indicar que el hombre no es capaz de detener ni de acelerar los acontecimientos, pero si, por la espera, por la paciencia y por la prudencia, estar preparados cuando ellos se producen. Quizás por eso mismo, se lee en otra línea que "el fruto en su más gloriosa madurez cae y es de sabios esperarlo a la sombra del árbol” como si el poeta quisiera expresar el mensaje que toda oportunidad tiene un momento preciso, y así como no se puede forzar la madurez del fruto, tampoco se puede forzar la madurez de las oportunidades. Por último, dice otra línea del poema que “Aquel que no sepa esperar no desafíe a la vida, como aquel que no sabe nadar no se arroje a las aguas”. Y aunque esto último se nos antoja ya demasiado hermético, quizás el "mensaje" quiera significar que quien, en su carrera, en su vida, en sus emprendimientos, no dispone de la “flotabilidad" queda el arte de esperar, quizás sea sobrepasado, arrastrado y asfixiado por el torrente de los acontecimientos. En fin, el tema de hoy cumplido. Con este breve pasaje por la sorprendente cultura de una raza, cuyos grandes poetas de “visión zahorí”  han producido inmortal literatura lirica
Mario Halley Mora - MHM

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