sábado, 14 de abril de 2012

Comentario í: Los peligros de la TV

En una revista de los Estados Unidos, leemos un artículo que pasamos a resumir. En el canal de televisión de una ciudad del Este del país, se pasaba todas las tardes una serie para niños, cuyos protagonistas eran cinco muchachos, dos chicas que se hablan salvado de un naufragio, y habían logrado alcanzar una isla donde se refugiaron. La tarde de un jueves, se pasó un episodio en el que los chicos descubrían que en una isla cercana, existían habitantes que podían ayudarlos a volver a la civilización, Pero no había modo de llegar a la otra isla. Entonces, uno de ellos, el más inteligente, concibió que si tuvieran un "ala delta" (esa especie de pandorga en la que vuelan algunos audaces) podría llegar a la otra isla. Construyeron pues, con cañas de bambú y trozos de camisas, un rudimentario "ala delta", y el más audaz trepó a la cumbre de la montaña, se lanzó al vacío y voló hasta la otra isla, aprovechando las corrientes de aire. Desde luego, la escena en que el chico se lanzaba desde la altura y "Volaba" en el rústico artefacto, era nada más que un truco de laboratorio, o un "efecto especial" como se llaman a estas cosas. Pero Ned Harrison no lo sabía. Televidente de 13 años, creyó que aquello era real, que era posible construir un "ala delta" que volara, con cualquier tipo de material. Se decidió a construir su propio "ala delta", con la fantasía estimulada por lo que había visto en TV, y lo hizo con caños de plástico y algunas sábanas birladas a la madre. Lo hizo a escondidas, en la azotea de la casa de Departamentos en que vivía. Cuando terminó el artefacto, lo sujetó a sus espaldas, y se lanzó al vado desde una altura de siete pisos. Salvó milagrosamente la vida, pero quedó lisiado para siempre. El episodio, es narrado por la revista, como un caso arquetípico de los "peligros de la Televisión", especialmente para la mente infantil, que todavía no esta entrenada ni tiene la suficiente experiencia para diferenciar lo real de lo fantástico, lo posible de lo imposible, y es llevada a planos existenciales en que "pierde paulatinamente contacto con la realidad que lo rodea" según dice la revista, e incluso, la empuja a una suerte de emulación, como ocurriera recientemente en Inglaterra, donde una banda de chiquillas de 12 años, inspiradas en "Los ángeles de Charlie", asaltó un supermercado. Armadas sus integrantes, con cuchillos y caños de plomo.-
Mario Halley Mora - MHM

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