domingo, 12 de mayo de 2013

Personaje: LORETO




Personaje: LORETO
A nuestro Loreto no le cabe el tratamiento de "ña" sino de "don", porque es bien varonil, aunque se trate de un loro del  que me hice amigo, y logre que me hiciera algunas confidencias que resultan interesantes de escribir. Fue un domingo de mañana, en casa de su nuevo dueño; cómodamente instalado en un aro, cuando tuve ocasión de conversar con Loreto, que me relato sus aventuras y desventuras. 
- Agradezco a Dios haber encontrado un nuevo dueño, porque anteriormente la pase muy mal. Una vida de perro, siendo loro, no es lo más recomendable para la paz del espíritu. Antes de febrero de 1989, por casi diez años viví feliz en casa de Don Timoteo, mi  primer dueño, que era activo y fervoroso dirigente, director administrativo de no recuerdo que Ministerio y por consiguiente, tenía una casa más grande que el Ministerio mismo. Tenía muchos amigos y generalmente los viernes había invitados, asado en la parrilla y músicos en el jardín. Yo era el orgullo de mi dueño, porque  me había enseñado a cantar "ndeiko artillero corazón de acero de mi  Paraguay, león guaraní, soldado guerrero ni el mundo entero na ne mbojojai". Llegaban los amigos y mi orgulloso dueño me invitaba a cantar, yo cantaba y la concurrencia aplaudía a rabiar. Mi fama trascendió y llego a oídos del corazón de acero que una vez vino a escucharme y quedo tan complacido que me otorgaron un diploma de "Primer Loro del  Paraguay". Yo vivía feliz, bien alimentado, sin mucho cargo de conciencia por la politización de mi arte, hasta que se produjo el 3 de febrero. Yo no me entere de nada,  y empecé a darme cuenta que algo andaba mal cuando veía a mi dueño cabizbajo y con aire temeroso, y tuve la malísima ocurrencia de tratar de alegrarle con la polca del artillero corazón de acero cuando puso cara de espanto, me agarro del cogote, pensé que iba estrangularme, pero al fin me perdono la vida y fue a arrojarme a la profundidad del patio, en el gallinero, donde quede confinado. Allí, un gran gallo colorado, creo que solo colorado de plumas, no se afiliación, quiso tener una nueva experiencia sexual con mi persona, pero yo le deje bien claro que no venia al encierro por violador, no merecía el tratamiento correctivo que se acostumbra en las cárceles, y que debía considerarme un preso político, con los derechos humanos correspondientes. Me salve de la humillación, pero pase los tres años más aburridos de mi vida, por  más que me hice al fin amigo del gallo que me permitió tomarme algunas libertades con algunas de las gallinas, mas complacientes a medida que el gallo se iba poniendo viejo, tal como me parece que sucede también en el gallinero humano. En fin, querido amigo, nos enteramos de que nuestro dueño estaba en Tacumbu y un buen día la casa se remato, gallinero incluido (parece que el director administrativo tenía  mucho que devolver). Resultado, se llevaron todo, menos a mí, dejándome en cruel soledad y sin saber qué hacer. Y eso cuando se marchaba el ultimo peón, aposte a mi buena suerte y cante lo del artillero corazón de acero, y lo único que logre fue que me arrojara un cascote. Habrá sido liberal, el tipo. Me escape a la calle donde estuve a punto de ser comido por un doberman autoritario y más tarde por un gatazo voraz, y estaba medio muerto de hambre cuando me recogió una señora gorda, quien llamo por teléfono a Francesca y la buena chica se ocupo de mi cariñosamente, me pregunto si quería volver a mi hábitat natural del bosque y yo le dije que mejor me quedaba en la ciudad, porque según noticias mi hábitat natural del bosque, ya se lo habían llevado todo los brasileros. Además - le dije - no creía que mis parientes hubieran sobrevivido al desarrollo agrícola y a la civilización. La bondadosa Francesca me consiguió al fin un hogar, que es este, cómodo y seguro donde tengo el honor de estar conversando con un colega.
 - Le  agradecí a Loreto el honor de ser llamado colega, aunque no veía qué éramos colegas. A lo cual él me contestó:  
- Como verás, desde mi aro puedo ver la televisión y escuchar la radio de mi dueño, y por si se te olvida, te llamo la atención sobre la gran memoria de que gozamos los loros, y de nuestro poder de observación. He recogido bastante material para salir por el mundo en busca del éxito.
 - Le exprese mis dudas sobre las posibilidades que él tenía de ser un loro triunfador, y me respondió sibilinamente:
- Ocurre que he descubierto que en este país no triunfan los triunfadores, sino los demagogos y los chantas, a los que la tontería de la gente otorga patentes de talentosos y de sabios. Y me he pasado largas horas en vela elaborando mi técnica y mi vocabulario. He visto la tele, he oído la radio, leí los diarios y como otros plumíferos, saqué mis conclusiones, y elaboré mi tabla. La técnica es hablar mucho sin decir nada, y el  vocabulario es para dejar turulatos y llenos de admiración a los oyentes. Y así hice mi tabla. Consiste en 30 palabras en tres columnas:
- El secreto, querido amigo, ya descubierto por otros plumíferos cínicos como yo, está en que se puede combinar cualquier palabra de la primera columna con cualquier palabra de la segunda y cualquier palabra de la tercera, y soltar una frase grandilocuente, olímpica, brillante, que no quiere decir nada, pero hace pensar a la pobre gente que somos un diccionario viviente, un erudito de las  ciencias modernas, un profundo  conocedor de la ingeniería industrial, financiera y bancaria, o un máster de Harvard un analista sociológico y económico de Oxford o de Princeton. De modo que ya sabes, querido amigo, abran paso a este loro que va a la conquista del mundo.
- Maravillado por la sabiduría de Loreto, le pedí humildemente una copia de sus treinta palabras, para enriquecer mi colección de testimonios del vyrorei paraguayo, y venía de regreso a casa conduciendo mi auto cuando encendí la radio del coche y escuché a un analista que decía:  “. . .  todo se reduce a una interacción de factores, que sólo requieren de endogeneidad para insertarse en el método de ideas, que se debe estructurar como respuesta a la totalización de la pobreza y desde luego como alfa y omega de un nuevo criterio matemático y logístico, o mejor dicho logarítmico supra sociológico, acorde con la tendencia globalizante de la economía...”
Me sentí frustrado. Pobre Loreto - pensé - te ganaron de mano.
Mario Halley Mora - MHM
Tabla de Loreto
Discernizacion
Opcional  
Metafísica
Extrapolación
Telúrica
Retroactiva
Yuxtaposición
Matemática 
Ponderada
Sistematización 
Metamorfosica
Intraideologica
Normalización
Universal 
Disfuncionalizada
Disgregación
Molecular
Antropológica
Asociatividad
Extemporánea
Globalìzante
Productividad 
Acelerada
Protoplásmica
Motivación
Sub-liminal
Aleatoria
Calibración
Azarística
Descompensada

No hay comentarios:

Publicar un comentario