miércoles, 17 de abril de 2013

PERSONAJES: Aquellos de " La Pensión de Ña Lolita"



En los inicios de mi manía de escribir, alla por los años cincuenta, nació la idea de hacer por Radio Paraguay un programa humoristico, "La Pensión de Ña Lolita“, que duró 7 años. El programa fue heredero de otro, "La Pensión de dona Liga" que escribía Néstor Romero Valdovinos, y contaba en su elenco a Ernesto Báez, Salim Girala que hacia un Mustafá inolvidable, Alcibíades Barba, el conocido rematador, Carlos Gómez y si mal no recuerdo, Emigdia y Aida Reisofer, Alan Gini y otros. Para "Ña Lolita" había una nueva generación de actores, y recordarlos hoy, aparte de ser apuntes para la historia del humorismo radial, es toda una curiosidad. Durante siete años, se sucedieron las simpáticas Ña Lolitas. La primera fue Celia María Benítez, que después fuera pulida actriz de teatro y hoy dinámica ejecutiva en la representación diplomática del Brasil. Más tarde toma la posta Miriam Celeste, entonces hermosísima jovencita de grandes ojos verdes, fina locutora y después, también consagrada actriz de inolvidables comedias muchas de ellas de mi autoría, la que mejor recuerdo "El Conejo es una Mujer" donde Miriam realizó una insuperable actuación. A la fecha- me dicen - Miriam guarda silencioso retiro, un poco injustamente olvidada, y no muy bien de salud. Alguna vez, el teatro paraguayo debe rendirle el homenaje que se merece. La reemplazó Sarita Rivas Crovatto, pequeñita, de voz infantil y gracioso porte, que alternaba la actuación radial con el baloncesto femenino en Cerro Porteño y el colegio secundario. Es increíble que aquella delicada jovencita fuera hoy toda una leona del foro, la Dra. Sarah Rivas de Vasconcellos. La cuarta Ña Lolita que impuso al personaje una fuerza arrolladora, fue una muchacha esbelta, de hermoso rostro, risa fácil y de extraordinarias ductilidad que llegaría a convertirse con el tiempo en la mejor actriz característica del teatro paraguayo, hasta hoy, Blanca Navarro. Creo recordar también que supliendo algunas ausencias, siempre estuvo a mano Mercedes Jané, la gran señora del teatro paraguayo que también espera una merecida medalla de reconocimiento, especialmente por ser pionera en la actividad de teatro para niños y de haber realizado memorables papeles en comedias nacionales.
Los varones tuvieron también distinto destino. En el programa se origino el dúo que estaría por cumplir los cuarenta años. Los Compadres, Rafael Rojas Daria y Cesar Álvarez Blanco. Sergio Enrique Dacak, que después fue ganado por la política era un impagable Don Otto, acompañado por su compatriota don 'Whilem, que era nada menos que Raúl Valentino Benítez, actor de primera línea después en el teatro, especialmente en una comedia que debe ser inolvidable para el actor como es inolvidable para el autor, Mustafá, donde encarnaba a un inmigrante árabe (turco se decía) con tanto respeto y convicción, que mereció un agradecimiento del Club Sirio. Alejo Vargas, hoy alejado del teatro donde impuso su talento por muchos años, componía un pintoresco y tímido Dr. Bastardilla. Y también César García, cuyo personaje, Bolidote, fue recogido por el habla popular como sinónimo de tonto, o de torpe. Últimamente, Cesar García se presento como candidato  a gobernador del Departamento de la Cordillera, por la lista 1.
La verdadera historia del nacimiento de Los Compadres empieza con "La Pensión de Ña Lolita". El programa ya tenía cinco años de duración, y es  fama que los viernes, día del programa, Asunción se volcaba sobre los receptores de radio. El libretista, yo, después de un lustro de trabajar en lo mismo, estaba ya hasta la coronilla de escribir los Libretos, tanto, que empezaban a salirme cortos. Entonces les dije a los actuales Compadres: “Bueno, muchachos, me van a crear personajes pueblerinos, algo así como compadres entre sí, e improvisen". Les bauticé con sus nombres conocidos hasta hoy y los solté delante del micrófono con la desesperación de mi hermano Gerardo, dueño de la radioemisora, siempre puntilloso en cuanto al buen gusto y al lenguaje. Una nota para la curiosidad es que Los Compadres fueron originalmente tres, Curú, Curé y Cavará, siendo el tercero Cesar García que componía un "Curú“ lleno de matices, un campesinote pagado de sí mismo cuyo latiguillo "¡Nda che respetai nico!", se hizo famoso. En fin también con aquel programa, los grandes actores que hicieron de compadres, introdujeron en radio lo que en teatro se llama "la presencia de la ausencia", un personaje que no está presente, pero es un verdadero protagonista, en la mención del cuarto compadre, si "compadre Cañete", sobre cuyas andanzas alcohólicas García, Rojas y Álvarez Blanco componían sobre la marcha coloridas historias llenas de gracejo y de imaginación.
Los años pasaron. La mayoría de los muchachos y chicas de aquella generación se abrieron en distintos caminos. Solo persisten Rafael y César, sujetos por un compadrazgo que no es de pila bautismal, pero tan duradero como puede serlo en el arte y en el oficio de hacer reír al prójimo.
Mario Halley Mora - MHM



1 comentario:

  1. MAAADREMÍA CÓMO PUEDE NÓ COMENTARSE..
    ÉS UN RECUERSO INOLVIDABLE PARA GENTE DE MÍ GENERACIÓN..PASA QUE YÓ CREO QUE A LOS DE MÍ ÉPOCA POCO O NADA TIENEN O NÓ QUIEREN ÉSTE APARATITO. AQUÍ SE SE ENCUENTRA MUUUCHOS RECUERDOS..
    GRACIAS POR ÉSTE ARTICULO.
    DESDE MADRID .UNA PARAGUAYA

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