domingo, 11 de diciembre de 2011

Comentario i: El vehículo alcoholero


Genuinamente asustados por la información de que la mitad, o más de las divisas que ingresan por exportación, egresan en compra de combustibles, y con la convicción de que una situación así no es posible mantener por mucho tiempo, teniendo todos los que disponemos de un coche naftero o de gasoil, la perspectiva de quedarnos en peatones, decidimos dar el gran salto. Cambiar el modesto vehículo que tenemos por uno alcoholero, y eso, venciendo muchos pre­juicios, especialmente de "técnicos" y técnicos de veras. Que arrancar de mañana es un problema, que las piezas se corroen en dos años, que el consumo es alto, que el motor "no dá" para la instalación de aire acondicionado. Pero resultaron todos, una patraña. Es cierto que de mañana, el auto es remolón para arrancar,  pero le han editado un tanquecito de un litro de nafta que se bombea al carburador en mínima cantidad, arranca con esos gramos de nafta y sigue funcionando con el alcohol, como cualquier otro coche, aunque tiene la tendencia que suelen tener los motores diesel, de andar no muy afinado antes de calentarse por 5 o 10 minutos. El consumo de combustible, es superior al del mismo modelo naftero la misma cilindrada, superior en litros, pero inferior en guaraníes. En cuanto a la leyenda del poder corrosivo del alcohol sobre pistones y válvulas, destapamos el motor a los cinco mil kilómetros con un mecánico amigo, y los componentes estaban flamantes. Incluso, dijo el mecánico que un motor naftero ya estaría lleno de "carbonilla" tras recorrer esa distancia. Dentro de este cuadro, se pueden apuntar dos factores negativos, pero de poca importancia: la desconfianza de salir al campo, con el miedo de no encontrar estaciones de servicio que tengan alcohol y quedarse sin combustible. Otro, que la combustión del escape es tan caliente, que quema en seis meses un silenciador. Con todo esto, el balance es positivo, aun en el aspecto sicologico, pues se tiene la conciencia de que andando en el auto, no se está pagando en dólares a los árabes sino en guaraníes a los cañeros e industriales nacionales. Por lo demás, el escape del auto es nulo en cuanto a crear polución ambiental, pues no lanza gases tóxicos, sino simple vapor de agua y finalmente, en lo que se refiere a falta de fuerza para hacer funcionar un equipo de aire acondicionado, es una tontería, porque al nuestro le hicimos poner un compresor National Japonés, y con una pequeña regulación del carburador el motor ni se da por enterado cuando funciona.
Mario Halley Mora - MHM

No hay comentarios:

Publicar un comentario