domingo, 25 de septiembre de 2011

Comentario i: El pique


Comentario i: El pique
El muchacho de 25 años soltero, hijo único, que vivía con su madre y como es de suponer era objeto de exagerados mimos de la mamá, venia sintiendo una molestia en el dedo gordo del pie. Una comezón permanente, molesta y gustosa al mismo tiempo, porque proporcionaba el placer de rascar el sitio afectado contra el tronco de un árbol o simplemente contra un ladrillo. Finalmente, le dijo a su mamá: “mami, no sé lo que tengo aquí en el dedo gordo de pie que me causa gran comezón. Parece un pequeño forúnculo”. La mamita, solícita, reviso, el dedo gordo del pie de su hijo y descubriendo allí un gigantesco “pique” o “nigua” que se había aposentado en la carne de su retoño, ¡Pero si es un “pique” le dijo su mamá y fue lo mismo que le dijera que allí se había instalado un habitante de la Luna, porque se daba el caso que el muchacho de 25 años, no conocía el “pique” o la “nigua”. Su mamá le explico que se trataba de un bichito parasito que se introducía en la piel y allí prosperaba y se alimentaba y seguidamente, con la espina de naranja como bisturí, procedió a extirpar el bicho, dejando en el lugar, un redondo hueco que como también es sacramental y jirón de tradición folclórica, fue desinfectado con kerosén. Lo curiosos de esta historia, lo real y lo sugerente, es que un joven de 25 años no conozca lo que fuera en tiempos no muy lejanos, una verdadera plaga nacional, el “pique”, cuya abundancia dio origen a un personaje típico, el “Pychai” o sea el personaje miserable y andador de caminos polvorientos que tenía los pies plagados por esos parásitos, que alguna vez eran extraídos por personas de buena voluntad y nulo conocimiento medico que , mediante semejante “intervención” dejaban al aire el agujero correspondiente por donde se infiltraba  el microbio letal de un galopante tétanos que se llevaba al Mas Allá al desaprensivo, y hacia que la gente sentenciara que había muerto de “pasmadura de la sangre”. Aquellos tiempos y aquellos personajes han pasado. El “pique” personaje antes de todos los días, tormentos de perros y de personas por igual, es ahora desconocido o casi, porque de vez en cuando reaparecen como para un testimonio de las “delicias” que gozaban generaciones pasadas, y el atraso sanitario que castigaba a niños y adultos.
Mario Halley Mora - MHM

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