domingo, 25 de septiembre de 2011

Comentario i: Celibato


Comentario i: Celibato
Un grupo de personas discutía una información periodística que había aparecido aquel día. Un alto dignatario de la Iglesia, manifestaba su consternación y alarma por el decreciente número de sacerdotes, y aún más, por la escasísima cantidad de jóvenes que estaban siguiendo la carrera eclesiástica. Nosotros no vamos a opinar sobre el tema, sino a transcribir lo que en silencio, estábamos escuchando de labios de personas de cierto nivel intelectual, que opinaban sobre el tema. Un señor ya maduro, abogado y católico muy devoto opinaba que las apelaciones sexuales que abruman a la juventud desde el cine, las revistas, la TV y hasta de la publicidad "superficializan" las miras de la juventud y la alejan de las opciones de mayor contenido. Un segundo interlocutor, ampliaba esta idea y sugería que la "Sociedad de Consumo" propone sin solución de continuidad a los jóvenes, satisfacciones fáciles e inmediatas, haciendo aparecer la idea del sacrificio, la soledad y la austeridad de la vida sacerdotal como una cuestión "fuera del tiempo que vivimos". Un tercero, pretendía significar que en cuanto a los medios del despertar de la vocación sacerdotal, los "ejemplos aleccionadores" o los "modelos a seguir" como San Francisco de Asis, San Ignacio de Loyola, y la vida, el sacrificio y hasta el martirio de los grandes místicos "han perdido significado" y han "perdido contacto" con la receptividad del alma juvenil, apasionada por otros modelos que surgen tal vez de la "mistificación" de ciertas ideologías políticas que cautivan por su real o supuesta propuesta de salvación, de libertad y de justicia. Comentando esta opinión, un cuarto opinante decía que el papel de la Iglesia se ha vuelto "más mundano" (son sus palabras) y que el sacerdocio, desplazándose hacia la politización y la intervención en cuestiones de orden terrenal, ha perdido su "encanto romántico" por la desaparición de la figura ideal del misionero, soldado de Cristo y portador del Mensaje de Salvación por tierras y por comunidades paganas que es reemplazado por el sacerdote que trata de ejercer una "militancia" en cuestiones temporales que, al final de cuentas, se puede realizar con mayor plenitud sin la dificultad de la investidura sacerdotal. Finalmente, otro opinante atribuía nuevamente a la combinación de las apelaciones sexuales a la juventud, contrapuestas a las normas del celibato, la "resistencia" juvenil, a la vocación sacerdotal. En fin, son opiniones que escuchamos en silencio, y sin suscribir ninguna, las trascribimos como una contribución al análisis del delicado tema.-
Mario Halley Mora - MHM

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