sábado, 1 de octubre de 2011

Comentario í. A la cárcel por breve tiempo

Un señor a quien le robaron dos veces dos autos distintos, se preguntaba y nos preguntaba a nosotros, si la Justicia no contemplaba penas progresivas para reincidentes, esto, teniendo en cuenta que a criterio de la opinión pública, los ladrones aprehendidos, a veces con gran publicidad periodística, pasan un breve período en la cárcel, salen, vuelven a las andadas, nuevamente caen presos y otra vez a la cárcel por breve tiempo, y así, en un circulo interminable. Como en materia de derecho somos absolutamente legos, le contestamos que no sabíamos de tales penas progresivas para los reincidentes, pero que sí compartíamos la reocupación de la opinión pública, sobre la dañina proliferación de ladrones de automóviles, o de ladrones a secas, y el hecho de que al ser capturado un caco, la crónica, recogida en los medios policiales mismos, hablara del "conocido ladrón" o el "conocido pájaro de cuentas", lo que quiere decir que no es la primera vez que el delincuente cae, lo que a su vez, quiere decir que es uno de los que transitan su existencia entre la cárcel y la calle, en un circulo ininterrumpido. Al respecto, nos preguntamos cuánto le cuesta al Estado, el movilizar personal de todo nivel para investigar, perseguir, apresar, juzgar, condenar, alojar, alimentar una y otra vez al mismo ladrón incorregible. Posiblemente, la "carrera" de este incorregible sea más cara y más larga que la preparación académica de un médico o de un ingeniero, y ni qué decir de los perjuicios que causa a sus víctimas, que por cierto no siempre recuperan lo perdido, o lo robado mejor, y tienen que consolarse primero porque el hombre ful= a la cárcel, e irritarse después porque salió y volvió a robarle. Si mal no recordamos, en alguna parte leímos que en tiempos del General Caballero se establecieron colonias penales en el Chaco, pero aquí cerquita, en Villa Hayes La pregunta que surge en vista de aquella experiencia, es si no convendría estudiar su actualización, pero mucho más lejos, y enviar allí a los incorregibles, dándole lo necesario para subsistir CON SU TRABAJO. Parece una medida drástica, pero extrema es también Ia permanente alarma de la población, especialmente los dueños de autos, ya no sólo brasileros, sino, de cualquier origen que  ya no saben cómo proteger sus bienes, igual  que miles de dueños de casa que fueron visitados por estos desagradables personajes y perjudicados en valores a veces millonarios.-
Mario Halley Mora - MHM

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